
Un amigo me contó que de pequeño confundía la letra de El día que me quieras de Carlos Gardel. Hacia la mitad del tango, Gardel cantaba "y un rayo misterioso/ hará nido en tu pelo", pero mi amigo entendía "y un rayo misterioso/arácnido en tu pelo/ luciérnaga curiosa/ que verás que eres mi consueeelo". Porque lo que más le gustaba en el mundo eran los cómics de Spiderman. Y si a él le parecía maravilloso tener una araña (además de la luciérnaga) en la cabeza, pues a ver quién tenía derecho a quitarle la ilusión, sólo porque la letra sea así. La letra, a partir de ahora, va a ser lo que yo diga. Y si ayer confundí, durante un segundo, un mapa de las áreas inundadas de Mumbai con un Kandinsky, pues fijáos el partido que le llegué a sacar.
1 comentario:
Jajaja, aracnido!Es que no hay quien entienda esa estrofa, joer!
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