
Odio la publicidad con todas mis ganas. De pequeña me gustaba algún anuncio porque en los 80 éramos audiovisualmente muy impresionables, pero ahora mismo me dan todos un asco bastante similar. De seguir todo como hasta ahora, mi postura hubiera sido la de siempre: que diserten o actúen otros, que yo ja ho tinc coll avall. Pero acabo de conocer la existencia de esta aberración interestelar y necesito que alguien me diga que no soy yo, que son ellos los que están como un cencerro, los que no respetan nada, los que no se dan cuenta de lo insignificantes que son y de la chapuza tan grande que están a punto de hacer. Asquerosos. Inconscientes. Ojalá no os crezcan más las uñas ni las cejas y todas vuestras hijas nazcan con cara de mazapán.
4 comentarios:
a mí a veces me parecen más interesantes los anuncios, fíjate tú!
un beso.
mar(hu)
En la tv no te digo que no, pero en la luna me parece más interesante lo que viene siendo la luna, llámame rara... Besos!
la verdad, estar en la luna siempre se agradece.
Si algún día me encuentro ante semejante tesitura, a Autocontrol pongo por testigo que abandono la profesión.
Besos!
Helen
Publicar un comentario