22.7.09

Aberrando que es gerundio

Creo que fue a mediados de los 90 cuando alguna cadena privada osó interrumpir por primera vez el telediario de las tres, hasta entonces sagrado como una misa, para meter anuncios. "Es el fin", pensé entonces. Menuda ilusa. Pero hay que entender que por esas fechas aún no había entrado en un urinario público con la puerta forrada de propaganda, ni en una parada de metro invadida por un sponsor desde las escaleras hasta los bancos del andén, ni en un festival que se llamara igual que una cerveza, ni en un teatro que se hubiera cambiado el nombre por el de un helado con nueces de macadamia.

Odio la publicidad con todas mis ganas. De pequeña me gustaba algún anuncio porque en los 80 éramos audiovisualmente muy impresionables, pero ahora mismo me dan todos un asco bastante similar. De seguir todo como hasta ahora, mi postura hubiera sido la de siempre: que diserten o actúen otros, que yo ja ho tinc coll avall. Pero acabo de conocer la existencia de esta aberración interestelar y necesito que alguien me diga que no soy yo, que son ellos los que están como un cencerro, los que no respetan nada, los que no se dan cuenta de lo insignificantes que son y de la chapuza tan grande que están a punto de hacer. Asquerosos. Inconscientes. Ojalá no os crezcan más las uñas ni las cejas y todas vuestras hijas nazcan con cara de mazapán.

20.7.09

Parole, parole, parole

Este fin de semana he sido pillada por sorpresa por tres palabras: una bastante fea, otra que ni siquiera existe y una tercera capaz de aniquilar, ella sola, cualquier confianza en el futuro del género humano. Empiezo por la última, que es la que más ruido me trae: wantologist. Este neologismo con el que topé en un artículo de La Vanguardia designa a una nueva raza de profesional formado para decirte a ti, calamidad, qué es lo que quieres en esta vida. Nuestro mundo plastificado ya nos había convertido en inútiles incapaces de hacer un fuego, matar una gallina o insultarnos sin contratar a un abogado, pero esto me parece el colmo. Entre todos la tenían y ella sola meaba, en fin.

Segunda palabra: chozno. Ésta me la encontré aquí y es el nombre que se le da al hijo de un tataranieto. Horrorosa de lo más pero, chico, está en el DRAE.

Y la tercera ha sido cebien. La escribió ayer mi sobrina Núria (6), en el chat, justo después de que yo le anunciara por escrito que hoy pasaría a verla a ella y a su hermana Marina (4), porque se me están quedando antiguos los últimos óleos (sobre estas líneas "Retrato de un padre sin afeitar" I y II, rotulador Vileda sobre madera esmaltada, 75x100). Además de decirme la palabra más bonita de todo el fin de semana, da gusto ver cebien que pintan, ¿verdad?

16.7.09

Arácnido en tu pelo

Habría que reivindicar desde ya el derecho de todas las personas a no estar. Pero no el "no estar" del que se sube al tren con iPod y PSP, sino el "no estar" para poder estar en lo impensable, en lo abismal, en lo inconcebible. Y para eso no valen ni cascos ni drogas ni vuelo sin motor; uno tiene que concentrarse en su voluntad para poder ir a la suya. Que le dé igual la gramática y los fines de semana, que le dé igual qué es verdad y qué mentira, que le dé igual el orden, el recato y pasar el aspirador. Se trata de conseguir, durante un día o un momento, que a uno no le importe lo que nunca le importó y de permancer en atención flotante, esperando el milagro.

Un amigo me contó que de pequeño confundía la letra de El día que me quieras de Carlos Gardel. Hacia la mitad del tango, Gardel cantaba "y un rayo misterioso/ hará nido en tu pelo", pero mi amigo entendía "y un rayo misterioso/arácnido en tu pelo/ luciérnaga curiosa/ que verás que eres mi consueeelo". Porque lo que más le gustaba en el mundo eran los cómics de Spiderman. Y si a él le parecía maravilloso tener una araña (además de la luciérnaga) en la cabeza, pues a ver quién tenía derecho a quitarle la ilusión, sólo porque la letra sea así. La letra, a partir de ahora, va a ser lo que yo diga. Y si ayer confundí, durante un segundo, un mapa de las áreas inundadas de Mumbai con un Kandinsky, pues fijáos el partido que le llegué a sacar.

14.7.09

Un belén en el Portal

Mayo de 2009. Barcelona, Portal de l'Àngel. La que escribe y su amiga Sara se cagan en su suerte:

-Mierda, qué de gente. | -Tendríamos que haber ido por la otra calle.
-¿Pero qué es lo que pasa? | -Deben de estar rodando una peli o algo.
-¡Mira! Ése es Álex Angulo. | -Ya, pero por eso no gritan las niñas.
-¡Mira! También está Corbacho. | -Que no, que pasa algo más.
-Pues no conozco a nadie más. | -¡Claro! Ahí está uno de "El Internado".
-Ah, de "El Internado". | -Vale, pues ya nos podemos ir.
-Por ahí. Empuja a ésa. | -Ok, tú sígueme.
(Foto robada a Carlos Molano.)

Hoy se ha estrenado "Universos" en Youtube: la wikipeli. Un cortometraje dirigido por José Corbacho y Juan Cruz en colaboración con 3.257 internautas. Reconozco de entrada que no me hacen gracia los proyectos que se hacen para marcas (éste en concreto es para Mahou), pero como temo que pueda ser el único futuro del cine, es gratis y siempre me puede la curiosidad, he terminado por verlo.

Punto uno: es para teens (que deben de beber más cerveza que nadie). Punto dos: no veo qué lo convierte en proyecto pionero; no pagar a los becarios, también llamado proyecto colaborativo, es más viejo que el rascarse (lo único que cambia es que las nuevas tecnologías permitan tener tres mil a la vez), y hacer un corto para una marca de bebidas alcohólicas es algo que ya hizo Miguel Bardem hace ocho años con "Soberano, el rey canalla" (otra historia edificante para la juventud de este país). Punto tres: al final te cuentan la moraleja (23' 01"), por si no la has entendido bien.

Qué raro es que los responsables de la primera causa de cirrosis hepática sean los actuales mecenas del arte. Cómo me jode que con la cosa wiki nuestras ideas ya no valgan dinero (aunque también disfrutemos gratis de las de los demás). Y qué poco aguanto ya el buenrollismo obligado en los textos escritos con la supervisión de un sponsor. Leed este texto del blog: "Con tantos co-directores, es imposible pronosticar qué veremos proyectado dentro de unos meses, ¡ni cómo reaccionará el mundo del cine cuando demostremos que todo el mundo puede hacer una película!". Pues eso, que todo el mundo puede hacer una película. Yuju.

13.7.09

Si no hay Casera, nos vamos

El siguiente es un comentario real extraído del foro de una web (pinchar para ampliar):

"Hola, aquí un sexual! Me preguntaba si alguno de vosotros conoce drogas asexualizantes. Definitivamente no soy asexual y estoy empezando a odiarme por ello. No me importa si es por algún episodio psicológico de mi infancia o alguna mierda así, sólo quiero alguna pastilla que pueda tomar para suprimir definitivamente las hormonas del arousal o lo que sea. Por favor. Estoy desesperado. (...)"

El site se llama asexuality.org y va totalmente en serio. Se plantea como punto de encuentro de personas a las que no le gusta el turrón. Se cuentan sus cosas, se casan entre ellas y se montan blogs que tienen nombres como "Celibate Passions" o "Platonic partners". Por más que lo intento no me sé imaginar cómo percibe esta gente la vida, el arte, el humor, las relaciones. La comida, diría incluso. Al que sí entiendo muy bien es al individuo del comentario. Su última mujer le dejó el corazón como una uva pasa, o le gusta tanto el fornicio que se siente un animal, o es tan feliz con su pareja que llega tarde al trabajo dos de cada tres días. En cualquier caso el misterio que subyace a su mensaje de socorro podría inspirar diez novelas, no me digáis que no.

A pesar de que toda la gente del foro le dice que consulte un especialista, hay uno que le recomienda directamente que pruebe con Androcur, un antiandrógeno. Es como si el sexo fuera al final incompatible con esta vida moderna, entre la Viagra (querer y no poder) y el Androcur (poder y no querer). Suerte que aún queda gente como mi amiga Celia, a la que he visto una sola vez en los últimos tres meses a ver si alguien adivina por qué.

11.7.09

Gordos, feos y locos

Los políticos suelen ser feos y los directores de cine tienden a engordar. Eso es algo que cualquiera puede ver, aunque no sea posible (aún) demostrarlo con estadísticas. Lo que sí está documentado y acabo de leer en la revista de Turner es la cantidad de jugadores de ajedrez que han acabado chalados, en la casa de la risa en el mejor de los casos. Gustav Neumann, por ejemplo, uno de los cinco mejores del mundo, se retiró por una enfermedad mental trepidante y misteriosa; Carlos Torres-Repetto fue número uno en México hasta que una crisis nerviosa lo dejó fuera de competición y en la ruina; Raymonde Weinstein, después de quedar tercero en el campeonato de Estados Unidos, desarrolló esquizofrenia grave y lo encerraron; Johannes Minckwitz, un alemán en primera línea, se tiró de cabeza a las ruedas de un tren... Me quedan bastantes más, y paso por alto a Bobby Fisher (en la imagen con 13 años, contra 21 señores a la vez).

Cuando acabo el artículo creo entender qué pasa aquí: se murieron de gusto el día que descubrieron que el ajedrez es un juego que prescinde del azar, la fiebre positivista les llevó a inventar una máquina -Deep Junior- con "inteligencia humana" que hizo tablas con Kasparov, y de ahí los informáticos dedujeron que habían "cruzado el umbral". Me desconcierta tanto método científico y tan poco tino con las conclusiones. A mí lo que me parece obvio es que quienes "cruzan el umbral", a veces, son las personas, sobre todo cuando creen que su mente puede con todo.

8.7.09

The truth about writers

Leo la prensa online, un día más, y descubro la que parece la única novedad literaria del día. Desmotivada del todo, me lanzo a la internacional y acabo dándome de bruces con un artículo que asegura los escritores somos unos cuentistas (en el mal sentido, se entiende). Lo dice un profesor de escritura de la Cornell University y yo lo corroboro: esta es una profesión de pusilánimes. Somos los anti-acción. Tengo un amigo que empezó su blog el día que conoció a las espectaculares amigas de su novia. Le gustaron todas pero, claro, no podía tocarlas. ¿Y qué hizo? Encerrarse entre cuatro paredes y escribir (entre otras cosas). ¿Alguien conoce a un buen escritor que sea torero, velocista, boxeador o experto en desactivar minas antipersona? Pues eso; que mucho lirili y poco lerele. Yo misma, si tuviera agallas, en vez de hacer como que escribo hubiera seguido los pasos de Cristina Martínez, la extremeña que cruzó el charco, montó una banda con Jon Spencer y se casó con él. I dig your groovy hips/ I dig your barbecue lips son dos versos que desde luego no pasarán a la historia de la literatura pero encierran mucho más amor, valor y verdad que las obras completas de César Vidal, por poner un ejemplo.

4.7.09

De cosas en movimiento

Igual os suena esta canción porque formó parte de una campaña televisiva de El Corte Inglés el año pasado (¿o fue el otro?). Yo la conozco porque el manager del grupo era entonces mi vecino y, el día que la acabaron de grabar, sonó a toda castaña a través del patio como cinco veces seguidas. Nunca me había parado a escuchar mucho la letra hasta hoy: "Sólo sé que las cosas que buscan su curso encuentran su vacío", descubro entre violines frenéticos y quejíos flamencos, supongo que porque no tengo nada mejor que hacer. Suena a verdad extraña, pero es lo mismo que decir que cuando todo va bien no pasa nada. Como cuando vas a la playa y el agua no está fría, y no puedes decir uy, ay, uf mientras te metes, ni tiene gracia mojar a tu mejor amiga que sólo ha conseguido meterse hasta la rodilla. Tu amiga entonces no te aguanta la cabeza bajo el agua durante veinte segundos que parecen la eternidad, así que tú no tienes ningún motivo para hacerle la zancadilla antes de que alcance la arena. Ella no se caga en tus muertos, tú no te burlas de su gran estilo pegándosela, ella no saca a relucir la vez que te caíste de morros en la escalera de aquel bar y tú no le dices que tampoco hace falta que se enteren en Pequín. Simplemente os metéis en remojo en un mar azul templado que os alcanza para decir:
-Qué buena está el agua.
-Pues sí.

2.7.09

América queda lejos

Carlos ya está en Barcelona. Se fue a hacer las américas y su vuelta ha sido con honores. Se conoce que el fregao aquel en el que nos metió a todos ha gustado en El Salvador y ahora nos escribe para explicarnos que va a mover la exposición por el resto del continente. Y también por aquí, si alguna institución catalana se enrollara o enrollase.

No sabía que Mònica Terribas y Pedro Zarraluki también estuvieran en esto. Supongo que es un honor que mi nombre esté junto al suyo pero esta mañana me ha despertado un bofetón y sólo pienso en una cosa. Bueno, en dos.

A lo que iba: Carlos es el alma de muchos proyectos, pero el que más me gusta de todos es Murmuri, ese híbrido de newsletter y programa de radio indie que siempre me descubre grupos interesantes. Su cabeza es un hervidero. Una vez me contó una idea para una performance anticapitalista: reclutar a cien personas, meterlas en un McDonald's, hacer que todas pidieran una botella de agua y luego se sentaran durante horas en una mesa a leer. Ese tipo de personas que mueven el mundo. Aunque esta mañana sólo lo supongo, ya no sé.

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